Alfredo Daniel Lopez

Treinta años mayor -Romance-

Una historia escrita en \"Romance\"
Espero y les parezca interesante como a mi.

...

Treinta años mayor
...

 

Ella llora con lágrimas de sangre
roja como la flor que se ofrece,
momentos antes cuando con café
su sincera amistad él le promete.
Sus cantos de sirena aún la envaucan,
cual joven alumna a ella la enloquece:
le pide: -baila mi pequeña baila-
y la copa de vino que se mueve.
Así engaña este infame catedrático
que le cuenta a mi niña \'cojudeses\'.
Y ella tonta va en busca de cariño
que le entrega su amor siendo septiembre.
¿Por qué fué castigado tu destino,
si tu cuna al igual que otra se mece?
Y qué culpa tenías que en pobreza
nacieras rodeada de aguardiente,
¿por qué aquellos tus padres te castigan,
atando tu niñez a los placeres,
prohibidos para cándidos menores?...
¡que ni siquiera \'chava\' a ti te absuelven!
Siempre en aquel rincón y marginada,
acompañas a libros dónde aprendes
otras culturas qué, esos tus ojos
comprenden: lees, lees aun lees;
para ser al fin libre y no soñar
con esa humanidad mala que engendre,
sentimientos perversos que conoces
que te causan hoy daño... que te duelen.
..

No sé mi niña como así caíste
en las garras del malvado vejete,
sólo de ti quería sangre virgen
y con versos traidores poseerte.
Libros, libros y libros lees musa,
que luego como harina tu los ciernes
y así \'chava\' escribes al profesor,
la novela que él hoy te requiere.
La cual viola y la firma como suya
ultrajando tu espíritu valiente.
¡Qué cobarde el villano profesor!,
presenta esa novela que conmueve
y la firma galante con autógrafos...
pero la robo de ti y de tu mente.
¡Cómo puede enseñar ese traidor,
\"Derecho\" con la pompa muy solemne!,
de aquel que por creerse un gran señor
a tus ojos con malicïa agrede.
Pobre mi niña ilusa, se enamora
de un seductor que es palo de trinquete

treinta años mayor que mi incauto amor.
Su voz de timo con dulzura envuelve
el engaño del \"Don Juan\"; que sólo busca
la rosa que en tu juventud florece,
que era la más bella flor que jamás
ese bellaco en ésta vida geste.
Pero el engaño sólo caería:
sexo con otras y tú a él, por fin dejes.
Regresará después de varios años
oculto tras la sombra del que miente;
y así abrir esa herida que aún sangra...
e impedirle a la vida que la cierre.


...

Un beso y una flor
Alfredo Daniel Lopez