Te amo cuando nuestros labios se juntan lentamente
Te amo cuando tus manos acarician mi cara al mismo ritmo del minutero del reloj, despacio y sin prisa,
sin miedo de saltar de un minutos al siguiente columpiado en el último segundo.
Te amo Cuando tus dedos se entrelazan a los mios y se mueven cual campana anunciado la misa de las 7,
con fuerza y energía
Amo mis manos dibujando tu cuerpo y formando la silueta perfecta y mágica que me esconde el mundo real y hace la cama levitar.
Te amo... Y no, no pienses que es irreal.