Santiago Miranda

Fijarse o no a la creencia

I El nudo que yo quiero

Oh viejos hábitos que tenía por doquier
oh viejos pilares donde sostener mi vuelo
o el duelo; mi pérdida de un ser -irguiendo
seguro- sobre despoblados y capitales atiborradas
de cuerpo/ en el mundo que yace vástago ya despojado de
voluntades del querer aun más voliciones volcadas a su haber
un sí afuera, un sí en si misma que se expresa
en un millar de seres -recorriendo perplejos
las mismas viejas-nuevas-vueltas-como la misma
palabra que ya acabas de leer, allí arriba
en la línea curvílinea, que ves, pero recta
en tí como flechas tensadas a la razón deformadora;
oh que error o sobra de cobardía, pretender
resguardar viejos valores, es el amor, que ata hacia
el pasado o trata a los robles ancianos y a las lunas
inmemoriales y desahuciadas que cantan, danzando
el mismo mantra desde su origen, cánticos y poemas
siendo el viril lácteo o la femenil miel, el único alimento
que consumiremos luego de ser polvo prometido, luego de
romper nuestra semilla en los edenes y conocer la única
lengua imperecedera de la madera y el hierro, oh como puedo
escuchar desde aquí el estar de una consciencia encandilada
en su reflejo, un caer el vértigo de luz ensimismada
de un ser derramado a la misma velocidad de luz
en un infinito colmado de contenido, en vacío
ahora completo, de luces y sonidos, y fuegos
que arden y no consumen destruyendo sino
renuevan todo el tiempo, sí aquí lejos
de la muerte luego de nuestra muerte
para ya no volver más al camino
de la rueda, a la redención
a la pecaminosa postergación
del deseo.

II Desprolijo paso traicionero

Por eso he decidido no ser más piedra sino lago
por eso he dejado cambiar el mundo a su antojo
ya todo estará perdido aun después de mi quejido
ya todo será redención y crecimiento si no actúo
ya no más en contra, como un tope bastardo
a la inclinación innata de un cambio
necesario como el agua que respiro
necesario como el aire que me atrapa
en su baño, en su recorrido, necesario
es ser materia de crecimientos y respaldos
de un futuro adviniendo tan cercano
todo tiempo presente es pasado, y todo mañana
es pasado / mañana, todo habrá de ser revelado
nuestra época en las que nos encontraron, prendidos
de las uñas al pavi-miento ardiente de los caminos
quisieron arrojarse desde las barandas a los vacíos
que presentan los mares como cielos, como cuevas
en los ojos de la tierra, sí, si no habremos
de ser lo que debamos, ya lo harán ellos
los últimos hombres sobre la tierra, ya luego
serán más que hombres, serán sueños viviendo fuera
del sueño eterno al que nos sometimos por amantes
hacia el miedo del nuevo paso que nos borraría
por ser límites antaños, por ser pasado ya pasado.