Alexandra L

Playa

 

Te dejo ir en las tranquilas horas,
cuando las sombras rondan el horizonte
sin apenas pensar digo tu nombre
y se escapa en la marea baja.

Una pugna febril de roca y ola,
es la lucha brutal de sentimientos
que se aferran al alma cual la hiedra,
inextinguible, fiero, tan intenso.

Mas la roca que airada desafía
toma solo el instante que conviene
no se deja abatir en la porfía
sabe bien que las olas van y vienen.

En las horas cargadas de silencio
emoción agridulce del alivio
abre el amor sus alas; alza vuelo
en esta inmensa playa del olvido.