AlexanderCarazas

Sonríe.

Y comienzo a temblar, así, de la nada.

Mi cuerpo se estremece y mi ser completo se tensa.

Mi mirada se centra en un punto fijo;

no reacciono, no lo consigo.

 

No me puedo mantener en pie, es demasiado,

cada segundo así es más pesado.

Me rindo, me dejo vencer;

no lo quiero intentar por miedo a caer.

 

Quise continuar, pero es muy difícil.

Me dicen \"debes avanzar\", pero yo ya no quise;

ignoro todo aquello que me pides,

y es que así ya no puedo seguir.

 

Lo intenté, una y otra vez; créeme,

me esforcé, más de lo que podía;

creí que no lo soportaría...

y así fue.

 

Y caí de nuevo, en el mismo hoyo,

tropecé otra vez con la misma piedra.

Creí en aquellas mentiras viejas

que antes ya me habían causado dolor.

Creí en ti una vez más,

Y solo desechaste lo que conocimos como amor.

 

Cuando caí, no me levanté;

no me sentía con ánimos, no tenía fuerzas;

sólo llevaba una inmensa tristeza.

No pude, y de mí me decepcioné.

 

¡Y es que fui muy valiente!

Porque aún teniendo muchos miedos, luché por ti;

¡Y es que soy muy cobarde!

Por que traté de olvidarte de forma fácil

quería un comienzo nuevo.

De todo quería olvidarme.

Créeme, eres la peor eligiendo a tus parejas, y de todo lo malo salí yo, te perdí, aún sabiendo que de di de mi, y me esforzé, y te voté, y perdí.

 

Y sé que es posible olvidarte,

Pero trato de convercerme de que aún no es momento,

De que no puedo devolver el tiempo,

De que no puedo corregir lo que hice,

Y no puedo deshacer aquellos recuerdos.

 

Y ahora pago por los errores;

esta caída tuvo su motivo,

por algo que había ocurrido

y que sólo pocos conocen.

 

 

Ahora pago por lo que piensas,

Gracias a ellos con quienes juzgas,

Ahora cumplo una sentencia

De tu condena, de mi derrota.

 

 

Me levanté, y lo intenté de nuevo.

Me puse de pie, y busqué la manera de seguir.

Y al dar el primer paso, retrocedí,

y entré una vez más al abismo.

 

 

Salía y caía.

Me levantaba y tropezaba.

Así era día a día,

poco a poco me cansaba.

 

Gasté mi último ceño,

Mi último aliento de plena alegría,

Me acongojé con mi sufrimiento

Mientras te suplicaba “Solo sonríe”.

 

Y ahora, en la última caída,

estando yo ya lleno de heridas,

Entiendo, tú no quieres, yo ya no sigo.

Ya no me amas, yo ya te entiendo

Te amo, lo siento, pero me rindo.