Jaybert Jurlian Escalona

NOCTURNO II

 

 

¡Noche!

Ha llegado tan temprano a mi casa

Más tranquila que de costumbre

y sin permiso…

¿Piensa quedarse a dormir?

¿Ya para qué?

Si en mi esencia está  más que alojada;

Usted es tan mía

y yo soy tan suyo...

 

Mi huésped sin equipaje,

Tan pálida y callada,

Así como de costumbre

Viene y toca a mi puerta

¿Ya para qué?...

 Si usted permanece ceñida contra mi pecho,

Como un cuervo que vuela sobre mi exilio

Fría y terrorífica

Camina y camina

Con su infinito silencio de tumba,

Exhibiendo su mejor vestidura oscura

Y a cada paso dibuja:

Sombras que se vuelven espectros,

tan míos como suyos…

que como piezas componen

mi alma fragmentada:

Entre el bien y el mal,

Entre lo bilateral de mis gustos

Disfruto sus beneficios.

 

La luna se ha despedido

¡Usted ha asesinado el día!

Viene y se refugia en mi vida

y me hace vagar sobre el anhelo

En el mismo sonido de mi música que no suena,

Porque el blanco y negro de mis teclas se perdieron.

 

Usted señora noche me ha atrapado

Y en sus horas de madrugada tengo miedo.

¿Ya para qué me resisto?

 si ahora yo soy más de usted que de otra cosa

¿Ya para qué le prendo velas al día?

Si ahora soy más oscuridad que luz…

 

 ¡Noche!

Usted me ha arrancado las estrellas

y yo sigo aquí tan igual:

 

caminando sin rumbo

Estático y nocturno

Esperando que llegue el amanecer.

¿pero qué pasa si no llega?

Señora noche

usted si que ha llegado temprano a mi casa.

 

Jaybert Jurlian Escalona