Nitsuki Ezequiel.

Dias

Deje mucho atrás los días la sabia de tus labios carmesí sabia es la vida, lo quedaria por tenerte verte tal vez sabes
lo que tanto daría cruzaría varias hectáreas las peores tempestades las grandes ciudades sin descanso alguno perdona
por no haberte encontrado perdona todo lo que he perdido en todo este épico viaje en busca de mi alma gemela a mi dama vestida de negro
las lágrimas recorren tus mejillas las penas que sufriste por la soledad la desgracia de no hallar aquel que te de amor por toda la vida.
Lejanas llanuras nos separan deja caer tus rizos dorados
deja que vea una vez más la mirada de aquella dama
dime que debo hacer para encontrarte dime en donde se encuentran esos besos dime donde hallo unos ojos verdes como los tuyos deja que la luz del sol de la madrugada ilumine la porcelana de tu piel y deja que el claro brillo de la luna tiña de blanco tu sien deja que te vea en esta noche oscura.
Duro es el destino te aleja te acerca cada vez más y a veces menos
no dejes que el rio turbulento te lleve no dejes de amar no dejes que el olvido te lleve al abismo
mírate al espejo veras el reflejo de aquel hombre que vivirá su historia contigo
no dejare que lleves la corona de espinas no dejare que te de primas, yo seré el que te alce cuando te caigas yo seré ese poeta que te dará su mano y jamás te soltara no caerás hacia la nada yo soy el poeta que te de dedica estas rimas no de que todo quede en las ruinas. No habrá escombros en nuestro reino mi reina no habrá jamás un adiós o hasta luego yo estaré siempre contigo pase lo que pase no te abandonare porque mi corazón le pertenece mi vida, los alaridos hacia el cielo, no te dejare de amar.