Hay silencios que aúllan,
Con el rumor de los vientos
Hay silencios compartidos,
Que se esconden en la unión de tus labios con los míos.
Hay silencios que dibujan las heridas de la historia.
Hay silencios plagados de nostalgia,
Que atraviesan las miradas.
Hay silencios emblemáticos,
Que hieren y seducen.
Hay silencios que embriagan los sentidos.
Hay silencios encubiertos,
Que en las noches te arrebatan el sueño.
Hay silencios inciertos, que se aíslan para comprender el lenguaje entrelazado en los cuerpos.
Hay silencios trágicos, que se ocultan en antorchas plateadas.
Hay silencios que en secreto,
Hacen palpitar los más íntimos anhelos.
Hay silencios que se tranquilizan con un beso.
Hay silencios que en los labios han dejado huellas indelebles
Hay silencios que aconsejan: sensatez, cordura.
Hay también silencios irresolutos y perversos.
Hay silencios que producen ansiedad
De una ardiente pasión que pudo ser
Pero que al final no estuvo.
Tú como nadie lo conoces, es el suspiro de tu cuerpo materializado en mi boca.
Los silencios han dejado huella,
Son el cauce de un amor que se descubrió en el roce de un par de labios.
Recuerdo nuestro primer beso,
Un beso inclasificable que hizo sonreír hasta tus ojos.
Aquella noche, con un tímido deseo
Suspendí entre mis brazos el tiempo y tu mirada: vibramos con un beso.
Ahora duele tu silencio:
Anhelo el encuentro de tus labios
Podría ser tu maestro, me conoces bien,
Solo ofrendo el lenguaje de mi piel.