Victor Gedig

A mi padre.

Con un nudo en la garganta
Veo como avanzan las horas.
No se detienen ni se apiadan
De nosotros, que nacimos
Con la muerte tatuada
En nuestras espaldas.

Tierra golpeada y abandonada,
Creaste caminos por donde no existía nada.
Te adentraste en la selva de la duda
Para responder mis inocentes preguntas.

Viste mi juventud como una rebeldía,
Con los ojos cegados creí que no entendías,
Era todo lo contrario, tu conocías lo errores
Con tu ya madura sabiduría.

Rompiste mis miedos de niño
Con tus cuentos y largas caminatas.
Ahora que te arrastra el viento
Y se nos agotan las palabras
Puedo ver lo rápido que se acaba el tiempo
Pero lo lento que se borran las sonrisas.

Ya repleto de tus canas
Como muestras de tus experiencias,
Te agradezco por esta vida.
Eres mi lluvia, mi tronco y mi historia.