Gabriela Rodríguez

¡Querido padre!

¡Querido padre!

Hablar de usted ¡Querido padre!
hace que orgullosamente
se engrandezca mi pecho
y sienta gran nostalgia,
invadiendo mi mente
de mi feliz infancia;
aquella que viví con magia.

No hay amor más puro,
honesto, limpio y sincero
de un hombre para su hija
que el del un ser llamado padre;
quién sin recelo comparte
con nuestra querida madre.

Padre mío decirle ¡lo amo!
es para mi una gran fortuna
para quienes lo tenemos
y otros al cielo imploramos
un suspiro inrremedible
por su ausencia y recuerdo.

Padre, su ternura, paciencia,
dedicación y su bella caria
la llevo impregnada en el alma;
sobre todo su gran fuerza
que por siempre alimentará
mi espíritu y mi vida.

¡Feliz día padre!
Mi viejo de cabello blanco.

Gabriela Rodríguez
17/06/17
Navojoa, Sonora México.