Argenis Mendoza

La Perfección de la Vida

¡LA PERFECCIÓN DE LA VIDA!

 

Hace algún tiempo observaba,
que cautelosa llegabas.
Sentía preocupación, tenía gran expectativa.

Poco a poco me tocabas,
todo mi ser te temía,
parte de mi te añoraba,
parte de mi te esperaba,
algo de mi te quería.

No me preparé a enfrentarte,
creí que nunca vendrías,
pensé que lo olvidarías.

Pero… nunca te rendiste,
seguiste con la porfía.

Me reía, te esperaba, resistía,
me asustabas, te quería…

Bueno, al fin y al cabo, ¡llegaste!
¡Pensé que perecería!

Sentí que con tu llegada,
mi vida se acabaría.

¡Inaplazable Vejez!

Esperaste con paciencia
que mi juventud mermara,
hoy que estamos cara a cara,
imploro a Dios su presencia,
le ruego me dé sapiencia
para poder predicar,
lo importante que es amar
y vivir con rectitud,
y pueda la juventud,
a este viejo consultar.

Me alcanzaste, después de gran trajinar.
Tú serás mi compañera…
nada lo puede evitar.
Y, ya que nos encontramos,
que estás presente en mi vida,
que has invadido mi cuerpo,
que estás en mí, noche y día;
no quiero que me abandones,
si te vas me moriría.

Hago votos por vivir
una vejez extendida;
vivir juntos muchos años,
¡disfrutar tu compañía!

Prometo te llevaré,
con mucho orgullo prendida,
bautizando tu llegada,
dándote la bienvenida.

Los años que pasemos juntos,
serán años de alegría,
cuidaré de tu salud
y tú cuidaras la mía.
la vida será armoniosa,
con bajadas y subidas.

luego…

Cuando me toque partir
a otro plano de la vida,
y deba sacar las cuentas
de mis pretéritos días,

de seguro exclamaré
con orgullo y valentía,

¡bendita sea la vejez!
¡La perfección de la vida!


Argenis Mendoza
15 diciembre 2016