nellycastell

Un ruiseñor

Tus alas abanican las tristezas,

y mis recuerdos vuelan con ellas.

Tengo su imagen bien impresa

extraños sueños

brillan como estrellas.

Un ruiseñor

duerme en mi pecho

porque soy su gacela

y siento desesperada melancolía.

Lo acaricio en la mañana,

por la tarde,

en las noches,

en las madrugadas frías.

En su cantar

se alimenta alegrando

la pena que me condena

la que me va matando.

Un ruiseñor me cuenta

sus desvelos,

miro en sus ojos una lágrima

que asoma,

y me esquiva

para que no la vea

mirando al cielo.

Dice que vio pasar

entre suspiros

una blanca paloma.

¿Tú quieres volar

e irte bien lejos

donde te sientas dueño

de esa naturaleza cierta?

Yo te doy la libertad

porque es parte de tu entereza.

¡No amor, más necesito de tu nobleza!

Llega la noche, su cantar

se acelera llamando a su damisela.

Me canta al oído tiernas serenatas,

que me hacen sentir pasión

entre hilos de plata.

Esos tonos grises rosas

que en su plumaje lleva,

recuerdos de nuestros pasajes,

que tanto disfrutamos

esperando que llueva.

Dame tu registro mi tenor,

dame con tu pico tu arrogancia

y refúgiate en mi interior

donde hallarás suave

y tierna sus fragancias,

para que nos llenemos de amor.

¡Cántame antes que vueles!

y déjame impreso dentro de mí,

tu pasión con frenesí.

Calma este sentir

de gaviota enamorada,

y deja que yo viva,

sintiendo siempre el amor

entre bellas tonadas.

¡Volemos lejos!

¡No importa si damos saltos!

Yo gaviota, tú siempre mi ruiseñor.

¡Lágrimas de felicidad

cayeron desde lo alto!

 

NellyCastell