Caramelo de Ricina

Pinturas Negras

Te espero invertebrada, 

entregada a tu corriente y 

a tus peñascos carnosos, 

irrespetuosos, 

e independientes. 

 

Antes de que desaparezcas 

como la escarcha cuando el alba la acaricia, 

déjame deshilacharte los hombros 

bajo la mirada famélica, 

lúgubre, 

y críptica 

de Goya. 

 

No dejes entrar la luz; 

quiero que sigas siendo real 

dentro de esta ceremonia. 

Quiero seguir siendo tu hija, 

Saturno.