Edmundo Rodriguez

TÙ , SIEMPRE TAN COMPLACIENTE

Tù , siempre tan complaciente , 

al regresar de nuestras merecidas vacaciones , 

te pedì , ponte esta noche , tu traje de seda rosa . 

 

Y con una gran sonrisa tierna , 

y picarèzca a la vez , 

me diste un largo beso , diciendo , 

lo que tu me pidas . 

 

Y asì se hizo , 

el vino , las rosas , los besos , 

el ambiente musical , 

me llevò a tu cuerpo . 

 

Y mis manos fuertes , 

con sus venas visibles , 

pero a la vez delicadas , 

empezaron a escribir , 

amor eres un tesoro , 

en todo tu cuerpo . 

 

Y cada letra te provocaba un suspiro , 

y solo decìas sigue , eres mi explorador , 

y asì lo hacìa , llegando al sur de tu ombligo , 

encontrè un tesorito suave , terso , 

en un pequeño montìculo . 

 

Que le daba una exquisita belleza , 

y me recibìa con una tierna sonrisa , 

diciendo , dame todo tu cariño , 

que yo te entregarè la miel de mi amor . 

 

Y asì lo hice , 

la noche se hizo ilimitada , 

y asì el gozo , 

de tenerte totalmente , 

llena del fuego de mi amor . 

 

Y ya no puedo seguir escribiendo , 

me dijo mi pluma que en todo està . 

 

Deja dijo , 

que tus lectores le pongan seguimiento , 

y lo terminen como se les antoje . 

 

Y yo obediente , 

solo seguì entregàndote , 

todo mi amor .