Alberto Escobar

Solo mía

 

 

Nada ejerce mayor poder sobre mí
que la belleza de una mujer.

 

            Giacomo Casanova

 

 

 

Mi Rosa Linda, te imagino, te veo
frente a mí, bailando una chacona,
deleitándome, endulzándome la hiel
que me quema la garganta al beber
los últimos sorbos de tus recuerdos.

¡Me atormenta pensar que mañana
, a estas horas, solo seré una brizna 
de hierba exangüe, mustia, sin vida,
seca entre las páginas de la Historia!

Sufro la condena de la carne, espero
impaciente el desenlace de esta agonía.
¡Mañana será otro día, no para mí, no
tendré ojos para verlo!

El bálsamo de que dispongo es el solaz
que me concede la ficción de verte,
llevas el traje rosa pálido que tanto me
seduce, y la peluca blanca empolvada 
que tanto me hace soñar con el pecado.

Me encanta el lunar que casi te roza el
nacer de tus labios. Si sigues atizando
mis apetitos me veré obligado a errar.

 ¡Que el señor no me lo tenga esta vez en
cuenta!

Antes de que me lleve el carcelero quiero
hacerte el amor , el último amor,
mi Galatea querida.

¡Entrégate a mi, solo esta noche..!

 Voy a pasar la noche en vela, para gozar
de tu presencia en este infierno, disculpa
la inmundicia que te rodea, es parte de la
pena que me imponen por solo poseerte,
por que tu luz solo fuera fanal para mí,
¡tu adulterio me pareció insufrible, no 
pude contener la ira!

 Nos veremos pronto en el cielo querida,
espérame como tú sabes que me gusta,
será maravilloso el reencuentro.