Edmundo Onofre

MIRADAS

MIRADAS
... Y se entrecruzaron
nuestras miradas...
y con mi vista
te envié las estrellas
que estaban solas en el firmamento,
las sonrisas que andan sueltas
y algunos esquivos besos.
Me miraste
sin perder la mirada.
Te miré golosamente...
Te envié los mejores mensajes,
puros y frívolos.


Me respondiste
con tu dulce vista,
con tus ojos almendrados
que reflejaban pureza y verdor,
jamás traspasados,
y que esta vez
fueron vulnerables a los míos.
Te hablé con la vista.
Te conquisté.
Me miraste
así como lo deseaba.
Las mejores metáforas,
el mejor lenguaje
nació en aquel
irrepetible momento.


Luego... los gestos,
enseguida... el romance,
después... el amor perfecto.