Alberto Escobar

Moscas

 

 

El temor a las moscas es el reverso del amor a los pájaros.

 

                                               Otto Weininger, Diario íntimo

 

 

 

Temer lo que espanta a los ojos.
Ver peligro en todo lo que sale
de los esquemas.

Lo feo, lo impredecible me recela.
Las moscas son viejas conocidas, 
así como viejas aborrecidas.

Las moscas me alimentan sin hacer
la menor mención de ello. Ellas son
también polinizadoras, eliminan lo
que sobra, lo que murió.

No hay espacio a la vida si no retiro
los cadáveres./ Las moscas son 
artífices de mi sosiego/ sin saberlo.

Vivo porque otros mueren, muero en
mi inconsciencia cada siete años,
mis células no son eternas, dan la vez
a las que vienen detrás, es necesario.

Las moscas son la voz de la conciencia,
las que me recuerdan cual memento             mori
que soy mortal, las que me sujetan a la
tierra cuando mi mente se eleva al cielo
creyéndose trasunto de Ícaro, fracaso.

Las moscas me enseñan que lo inmundo
encierra energía, encierra vida/me hacen
caer en que lo que creo agotado, caduco/
tiene latido, bulle, tiene alma todavía.

Amo a los pájaros sin restar cariño a las
moscas.