Alejandro Alberti Wolfart

El canto de la victoria de Pablo

 

Muchos vieron los versos, muchos vieron tus odas, muchos leyeron tus canciones, pero pocos vivieron lo que tú viviste.

Dominado por tu sensibilidad puedes escribir, España en el corazón, pero quien escribirá las atrocidades vividas en Chile.

Chile mato a Pablo, los rencores de chilenos mataron el corazón de un chileno, uno de los mejores, el ciudadano Pablo Neruda.

Debiste vivir siempre en Chile, te expulsaron y viviste fuera de la tu patria y, de estar lejos de tu tierra que te vio nacer.

Tú amaste a mujeres, amaste tu patria,  amaste a personas que te odiaban porque los amaste.

Todo lo expresabas con tu pluma,  en una infinidad de libros, en innumerables versos, pero que sucedió con lo que te guardaste, te lo llevaste a tu tumba aquel 23 de septiembre de 1973? ... donde Chile te asesino y una mujer sufrió mas que todo un país y mas que un árbol roto, esa mujer lloro sabia de sus ojos, donde le costo botarlos, y en su cara se quedaron pegadas las lagrimas y dejando marcada las vivencias que no contaste y no escribiste.

 

Es una espectacular mujer, como mí amada paz, no la dejare, como tú nunca la dejaste, amigo.

Aprendí  a amar contigo, aprendí a oír el sonido de una hoja caer y sentí la sensibilidad de la caída de una pluma.

Aprendí a resaltar las cualidades de las personas que me rodean; aprendí a tener paciencia, paciencia para esperar a mi amor.

Me demostraste que podías escribir los versos más tristes en una noche, o que te pueden quitar el pan y el aire; pero no te pueden quitar una sonrisa.

Me diste vivencias que nunca  olvidare.

Me diste enseñanza que jamás dejare de escribir.

Y me diste lo mas importante, el poder de escribir poesía para la vida contemporánea, jamás te conocí y tu no sabes de mi existencia, pero tus libros hora trasciende en toda las generaciones y por eso te escribo,    a ti, gracias, amigo, gracias, Pablo