DEMÓDOCO

BENDICE A LOS «REPARTIDORES DE MIEDO»

Por Alberto JIMÉNEZ URE  

 

Se han alojado en el Palacete

Donde todos miran flores:

Son moralmente incuestionables,

Pero la mayoría [se] resiste

Calificar providenciales o benditos

A los «repartidores de miedo». 

 

Acaso, les pregunto:

¿Sólo por no portar libros de poesía

En las fundas de sus señoriales trajes

Los aventajados merecen reproches? 

 

Se han alojado en el Palacete

Donde todos miran flores:

Son judicialmente no imputables.

Infiero, además, que dignatarios

Porque en el mundo como voluntad

Y representación de mamarrachadas

Novelescas quienes [se] alejen de libros

Permanecen salvos de tentaciones malignas.

 

Los aventajados sólo nos advierten

Que la «Filosofía», «Arte», «Literatura»,

«Ciencia», «Teatro», «Cine», «Periodismo»

«Caricatura» y la «Producción de Bienes»

Son prescindibles para los miserables:

Alteran sus sentidos e instigan rebeliones. 

 

Cada vez que (por elegido) te halles

Ante deidades dispensadoras de miedo

Inclina tu cerviz: implórales te permitan

Permanecer vivo y felizmente ignorante.