julio de guernica

Toma mi mano...

Yo creía que volaba

como un cóndor por el cielo,

pero mis alas de pronto

se quebraron, con un viento

helado que parecía

que brotaba del infierno…

Y caí en un precipicio,

El más hondo y el más negro;

Un barro espeso en su fondo

Me cubría todo el cuerpo;

Y allá en lo más profundo

parecía peor que muerto…

Mas de repente en mi mano,

sentí el roce de tus dedos;

tú también habías caído,

y los golpes te dolieron;

pero aún en la penumbra,

y en el frío del desierto,

te aproximaste a mi lado,

para brindarme tu aliento …

Mi corazón detenido,

empezó a latir de nuevo;

con el sol de tu mirada

hiciste añicos las hielos,

que habían cubierto mi alma,

y me apretaban el pecho…

Ahora por la pendiente ,

estamos los dos subiendo,

el camino es largo y duro,

la salida aún está lejos…

Quiero hacerte una propuesta,

con el corazón abierto;

sé que no es muy atractiva,

sé que es poco lo que tengo,

que aún estás dolorida

por los golpes que te dieron;

que estás aún temerosa

de tropezarte de nuevo.

Sabes, no es una vergüenza

tener un poco de miedo;

yo te lo digo temblando,

porque también me estremezco,

cuando contemplo el camino

y me imagino los riesgos…

Por eso, cierra los ojos,

posa tu sien en mi pecho,

y alcemos juntos la frente

para mirar hasta el cielo;

busquemos nuevas auroras,

que cobijen nuestros sueños;

regálame tu sonrisa,

perfúmame con tu beso,

surquemos el horizonte,

forjemos otro universo;

aprieta mi mano fuerte,

hagamos otro comienzo,

olvidemos las caídas,

los fracasos y los miedos.

Toma mi mano y riamos…

Toma mi mano y volemos…