Caramelo de Ricina

De mi cama

Una mujer virginal,

blanca

cual sábana de motel,

esperándome en la mortalidad.

 

Mi voz cavernícola 

colándose por sus grietas, 

anudándole un silencio

alrededor del cuello. 

 

Un bisturí disfrazado de pluma 

con pulso versado le esboza orgasmos 

que hacen de su columna vertebral un oleaje,

que hacen de mí un rompiente.