Mallez

La rosa

 


¡Qué hermosa es la rosa en su aroma!
¡Qué frágil y delicada resulta a los ojos
aunque al perfume el insecto se asoma
causando el repudio a tus antojos!

Y no has de olvidar la inseparable espina
que borda impositiva el verde tallo!
¿Has de procurar evitar la herida
por la que seducida se extendió tu mano?

He de regalarte el suave perfume
que encuentro entre sus atados pétalos
llenos de aroma y de encanto sublime
para que suspires antes de olvidarlos.

Dame tu mano mientras dejar caer efímera
uno a uno la maltratada rosa en pedazos.
¡Qué bello sería el cuidado como yo quisiera
y pudiese estar siempre viva entre tus manos!