Wellington Rigortmortiz

* ETERNAL FLAME

 

Austera oscuridad,

me seduces en las tormentas

más devastadoras de mi alma,

mi frágil infancia,

no alcanza a comprender tu misterio

y la finalidad de tus designios

que se rigen ante mi

en estas horas, instantes

tan desconcertantes para mi inocencia,

la fantasía me alimenta,

me conforta, ideal es crear mundos,

en todos tengo paz, en todos,

mis anhelos se convierten en uno solo,

el silencio me rodea, la oscuridad

solo está en el vacío exterior, no le temo,

más si al que está dentro de mi ser,

me hiela la sangre, en tan corta edad,

el destino con sus juegos macabros

pone a prueba mi existencia;

…lo he perdido todo,

excepto, lo que junte de cada fantasía,

aquí tienen mucho valor,

quizás solo yo

las podré seguir apreciando

con el pasar de los tiempos.

 

Con la mente en blanco y los sentidos alerta,

magistral es cerrar los ojos miserables

que juzgan lo que los del alma no,

en donde te encuentras esencia de vida?,

existes o quizás estas naciendo?,

eres de una ajena galaxia?,

cuán lejos de mi estas aún?, existes?,

…como respuestas,

los ecos rebotan en mi cabeza,

ecos solo de las mismas preguntas;

la lluvia de mi alma moja mis manos,

incertidumbres, dolor,

mi mundo de fantasías,

se tornó en tormentos,

catástrofes que no me permiten meditar

y disfrutar de la poca paz y alegría

que solo aquí podía encontrar;

por qué no apareces?, Tú!,

dadora de vida, portadora de luz,

por qué no apareces?,

si tan solo me dieras una señal,

si tan solo un soplo de aliento

llegara a refrescar

mi espíritu magullado y herido,

cuantos rezos y oraciones

exhala mi alma, son suplicas

que mis heridas abiertas

evocan con piedad.

 

Hoy,

mientras la soledad y el silencio

me abrazan

con crueldad y ternura a la vez,

pude viajar

en la más profunda tristeza

al centro de la vida,

donde los sentidos se agudizan,

donde el color despide

matices extraños  jamás conocidos,

donde el sonido me transporta

al vientre oscuro de mi madre,

el aire aquí es innecesario,

el conocimiento es solo una quimera,

quizás estas aquí?,

alma melliza, estas aquí?, eres tú?,

haz venido por mí?,

dispuesto estoy

a ser devorado por tu poder,

siempre te he esperado;

mas lo que pude apreciar

fue una flama, muy grande,

no se consume,

no esta combustionando nada

no nace, ni muere,

no lanza destellos de luz,

no posee calor,

una flama azul y roja,

su poder quema,

no como el fuego que conozco,

no induce dolor, sino éxtasis,

un bienestar magnifico,

deshace la ira, la frustración,

esta flama no se extingue,

ni puede ser trasladada,

solo se multiplica con esencias del alma,

es la Llama Eterna,

y esta permanente en tus ojos,

cada vez que emprendo el viaje

preguntándome:

existes?, cuán lejos estas?,

quizás más cerca de lo que imagino?,

jamás lo sabré, pero,

reside en mi algo de tu presencia,

soy la flama azul, la roja,

necesita combustión,

el fuego consume y purifica,

La Llama Eterna somos tú y yo

en una inmensidad que nos separa,

en un destino caprichoso

que quizás, nos pueda unir.