María del Rocío

Con tu luz

Luna, 

encubridora de versos,  calla las quejas

de quién sostiene la pluma.

Esta opresión ya no cuenta 

pues tus faces siempre cambian; 

y  esta zozobra es la misma. 

En tu sabiduría sin tiempos, 

deja este ruego de tontos llegue 

aquel que no ha olvidado.

Ése,  que tu misma face observa,

y se le une a mi ruego.

Quizá, el de él,  sea mas vehemente,

¿y desees escucharlo?

Luna,

celestina fiel,  de tanto del que te clama;

que te importa que dirijas, 

en tenue luz de esperanza; 

¡Todo el sentir que me abraza! 

Luna,

llevale mi verso, y si gustas,

dale un beso que de ti, ¿tenga consuelo?.

¡Luna, llevale mi verso!