Mario Sánchez

Entonces, ¿qué?

Un cuatro a la izquierda
El doble a la derecha
Mi corazón sigue llorando
Pero mis ojos siguen áridos
Ya no son zafiros
Ni pétalos de rosas
Ahora solo busco sus manos
Que acaricien mi alma rota
Ella fue mi puente
Luego una caricia cariñosa
Que en la noche besó mi mente
Y plantó en mi pecho una rosa
Una rosa de espinas dulces
Que ahora ya amargan
Espero que cuando vuelvan las luces
Pueda ella pintar mi carga
Y no es dolor lo que tengo
Solo ganas de abrazarla
Y lo juro, no es amor lo que siento
Solo ganas de besarla