MANZANILLA

UNA TARDE, SENTADA EN UN BANCO DE LA PLAZA...

La tarde palidece, descansa, el aroma de las flores

de los naranjos de la plaza, el banco de hierro

invita a sentar el alma, corre un vientecíllo

que silva, por las callejuelas estrechas

el bar de en frente, todabÍa cerrado, cantan

los caños de agua de la fuente, a un lado

el sol camina lentamente, viendo escaparates

grita la añoranza, el pensar es cosa triste

nubes de algodón, flotan cual espuma

en un mar azul, lleno de vaguedades

vestido de color aceituna, hermoso paisaje...

Que paz se respira, parece que todo se detiene

en un instante, la locura, el \" ajetreo \" de la gente

un gorrión, salta, buscando una miga de pan

el silencio es tan bonito, que salpíca en la cara

y el amor no ha venido, estará de vacaciones

la tarde palidece, el sol ya se vá a dormir

y se encienden las viejas farolas, entre dos luces

hace un poco de fresquíllo, me levanto y me voy

calle abajo, camino de la casa...