Necrofagotimes

Crac.- (01/06/2017).-

No me entristece, amor, que ya no escribas
Ni un garabato para contarme qué tiempo hace en tus cornisas destempladas,
Ni un telegrama con esas pisadas que se te desprenden como frutos.

 

No me entristece que te apiades de esa piedra y la cargues
Como si fuera un bebé a quién darle el pecho y acunarle
Cada vez que uno es el que está por llorar.

 

No me entristece que pase el tiempo sin que pase la paleta de colores
Y tanto gris nos empañe los brillantes,
Quizás aún nos quede algún amanecer desesperándonos.

 

No me entristece que te duelan las espinas del mundo
Cosidas a los párpados. Tanta melancolía late despacio,
Como rumiando las pulsaciones, como dudando si proceder.

 

No me entristece que ya no puedas reparar esta perfecta angustia
Y todo sea un inevitable túnel con luz a confirmar
(Me adelantan los del frente, lo de la luz era chamuyo).

 

No me entristece escaparme de vos como un animal herido
-Aunque trates de curarme, aunque tus manos sean bálsamo, no-,
Ni que el horizonte que sostenías se te rompa como la cáscara de un huevo por nacer.

 

No me entristece que seas infinitamente pobre y abandonado,
Que el delirio te espuele peor que un dolor de muelas,
Que te falte mi abrazo para conciliar tu paz.

 

No me entristece esa puerta que se cierra de un golpazo
Y nos deja aquí o allá, siempre separados
O juntos, pero atrapados en una cárcel de morir o matar.

 

No me entristece, amor.
Me quiebra el alma.