César Pérez

Correo

Te escribo estas líneas antes de que llegues,

camina, avanza,

que la noche no te atraviese,

tan solo te manche la ropa y las alas.

que no te alcance el Apocalipsis.

Los árboles del barrio te lloran,

sus muecas debilitan sus raíces

y las casas vecinas

y mi alma al descubierto,

recibiendo brillos de luna y cuentos del abuelo,

tabletas de sal en las mejillas.

Hay tierra en mis ojos

y mil pretextos mas para explicar

la rabia que ensucia tus recuerdos.

Anda,

que el tren ya te nació hace tiempo,

como un parto difícil,

cortó el contról umbilical

que te une al gnomo escribeversos.

Voy a hacer oficial tu despedida,

y de una vez pongo mi esquela,

preparo mi epitafio:

Murió por ti,

no se por quien, pero por tí,

jamás me aprendí tu nombre,

te hablaba a besos,

te gritaba abrazos.

Olvidaste el cepillo de dientes y mi nombre,

mis gritos, tus ecos,

mi piel rasgada por tus labios,

el color de tus senos,

empapados de miel y de agua tibia.

 

Te dejo de posdata un rostro triste,

como la foto del gnomo escribeversos.