carlos belmont

sueño del corazón

 

 

Señor, quisiera ser como una rosa,

que florece a la vera del camino; 

por donde pasa el pobre y juega el niño,

que llena de tu amor; luzca preciosa. 

 

Señor, quisiera ser como una rosa,

que sirva de alimento a los insectos,

que se encuentran hambrientos y sedientos,

que llena de tu espíritu; sabrosa.

 

Una rosa humilde casta y pura,

como el agua, la luna y las estrellas,

que tu rostro figuran pues son bellas

una rosa que muestre tu blancura.

 

Por ahora me basta ser capullo,

porque se que sembraste la semilla,

y la riegas con sangre de costilla

y tu ley ya no es sólo un murmullo.

 

Porque te amo cumplo tus mandatos

sin sentir que me haces forcejeo

gracias por semejante consejero 

por mi vida, misión y mis hermanos.