Christian Cavour

Esa noche

Tarde radiante sin preocupaciones

compartiendo por los alrededores

una cálida brisa que delicadamente

toca las mejillas 

como un beso de esa persona

que tanto estimas.

Cae la noche y se torna frío

que toda la gente anda de abrigo,

el poeta desprevenido 

deambula por la avenida

sin percatar que vivirá 

un trance...

mirada quebrada, personalidad hundida

en un mar de preocupaciones...

esa noche el poeta

murió y volvió a nacer.