Araceli Vellber

Las aceras

Las aceras son para pasear,

para bailar en ellas,

para besarse

hasta que llegue el sereno

y selle las cerraduras con sus dedos,

para jugar los niños

dibujando con sus ojos

aquello que las tizas no llegan,

para soñar quien pueda,

para amar, también quien pueda,

sepa Usted, me que ofrezco voluntario, tengo el corazón abierto.

Las aceras no necesariamente tienen que estar limpias

hemos pasado tanto tiempo limpiando  la casa

para luego abandonarla,

que en ocasiones me gusta ese desorden que tiene la vida.

Las aceras, sirven para ponerte de rodillas

clavar los codos,

y chocar de bruces con mi cara,

pero también para levantarse

y comprobar que el Cielo aun queda muy lejos,

y pensar que existen todavía, muchos labios sin besos.

Las aceras son mi asiento preferido.