El Pampa

La Luna y mi Pampa

Anoche el desvelo llamo a mi puerta.
La medianoche me sorprendió mirando por la ventana de mi cuarto, cubierto de sombras pálidas por la luz de una luna cada vez mas redonda.
Y me encontré observando el campo....parecía dormir, dejándose rozar por esa luna apacible que lo cubría todo en una caricia suave.
Quien no se ha enamorado alguna vez, de la luna?
Imaginaba el gemido de la pampa en brisas nocturnas.
La luna besa el horizonte y levanta el vuelo.
La pampa, peinando sembrados solitarios, ondea al compás de la brisa caprichosa. Suspira, se inclina y al sentir el beso pálido, suspira y en esa cárcel de polvo, se estremece.
Miro desde mi cuarto y entre luces caprichosas de luciérnagas enamoradas, pienso por cuantos siglos el campo y la luna tiemblan de amor en ese eterno cortejo. Ella entregando sus pálidos reflejos y el ofrece su sembradios y aguas cristalinas. Con que inocencia se ofrecen sus amores. Ella susurra un te amo, en sombras pudorosas, el responde un te amo en gemidos de suave viento.
Y cuando ella duerme en pureza infinita, el la arrulla en sus brazos y le cuenta sus pesares…
Ella pálida y de mirada tristona, escapa y sube en el espacio infinito de un cielo oscuro.
Oye el quejido del campo dormido…..y velando sus sueños detrás de un manto de nubes, le oculta su llanto que de luceros ha nacido.
Amor imposible, el juego eterno de dos que se aman….a veces como una contradicción.
Ella en lo mas alto, el dormitando en brazos de heno.
Y pasa el tiempo y comienza el descenso detrás de una sierra fria.
El campo le susurra…..ella no oye….o quizá, oyendo escapa….
Ya todo es silencio, el campo duerme, y no molesta en sus gemidos tristes de reproche; y sueña que se besa con la luna en el horizonte mas negro de la noche….
Y asi me duermo….en un hermoso idilio nocturno