Caramelo de Ricina

Azul

Mientras la ansiedad protocolar
arañaba las paredes,
tu suspiro se soñaba desencadenante
de ese huracán.

Te preguntabas si habría vida
después de sus labios
que se enganchaban a los tuyos
como anzuelos.

Eran el estremecimiento naciente
de una juventud tan añeja.