Contigo no tengo idea de lo que hago, pero estoy segura de lo que quiero hacer,
no pierdes la oportunidad de protagonizar mis fantasías
y haces que llueva bajo mi cintura cada vez que te muerdes los labios,
curiosamente por encima de este nivel
el rojo atardecer en mis mejillas son evidencia del verano al que me condenas a vivir,
por la resistencia de admitir lo que muy bien sabemos.
Tu arrogancia se extinguirá cuando con una sola de mis manos domine tu fuego,
olvidare cada idioma que haya estudiado para aprender con mi lengua a traducirte las ganas.
Contigo quiero tener el control mientras lo pierdo
dejarme llevar mientras te llevo, que quieras cantar perdiendo el aliento.
Ven, aquí está lloviendo fuera y dentro,
presiento que pronto el único clima que tendrá real importancia
es el que determinen los bichos semimuertos de tu panza y de la mía, adormecidos
porque los privo de oxígeno por su rebeldía,
cada que cruzas con mis ojos
al percatarme que me miras mientras estoy distraída.
No has de desear que alguien más te desee
Te sobraran ganas para no dejarme morir en el intento
Una vez que te atrevas o mejor dicho que me atreva a confesar esto.