César Pérez

Los gatos comen queso, si es de luna.

Te regalo esta luna,

se verá bien en tu cuarto

y a las doce,

esta noche, en el que el sueño

es la laguna

que no acepta que este perro hidrofóbico se moje.

Te regalo mi ausencia

como la hamaca en que descansan

tus labios de mis besos.

Te regalo mi cuerpo,

junto a el esa impaciencia,

de querer hacerlo contigo desde lejos.

Un poeta es un gato,

enfermo y viejo, desnudo y agotado.

que inventa un triste verso, un garabato,

muy cerca de Dios, amor, durmiendo en el tejado.

El alma vaga

mientras se desmorona otra estrella

en la laguna.

Y salpica a este bendito amor que no se acaba.

Voy a gastar mis siete vidas, gata mía,

en rasguños y lamidos a tu luna.