gatoconbotas_58

Ya no eres

 

Ojos,

piernas,

no te conozco

y sin embargo

te respiro:

hálito,

suspiro…

dime:

¿por qué vagas en mi mente?

Como una rosa

o una moneda,

giras tal vez

como la mismísima palabra nilo,

detrás de todo y todos

te haces lluvia,

revelación,

apareces

desnuda de tiempo,

río fiel,

significas

con cada letra,

cada paso, cada verso,

cada flor y espina,

en cada palabra

o con la desgracia del olvido.

En el severo

eres mi verso entre mil versos

eres mi voz,

mi sueño,

te repito de memoria

y quedas atrapada

en mi pálida madrugada:

mi garganta.

Abro los ojos,

los cierro

y parpadeo tu nombre

casi lo poco que tengo,

muy poco,

o tan mucho,

casi todo,

solo

ojos,

piernas,

nubes,

el aire fresco:

el deseo.

Convoco a la dicha

y te desvanece

gris

sobre el algodón y sus rayas,

te hace efímera,

solo recuerdo.

Entonces por las escaleras

subo nuevamente

tu cuerpo,

espléndido

y ya cansado de no ser,

la tenue luz se inclina

y te dibuja sombra

y yo nunca seré feliz

porque mi felicidad

se siembra

crece y florece

se siente en las huellas,

se acaricia en la guitarra,

en cada esquina,

en las mejillas,

en cada bosque,

en cada nieve,

bajo otros cielos

otras luces,

otra madera,

otra hoja y otros humos,

Soy de otro paisaje

y tú eres de mi horizonte,

línea en mi canto,

te haces nostalgia,

pasado triste,

brazos en cruz

tú no eres así

tú eres mágica, secreta,

y esta puerta,

esta llave

me lleva al abismo

que nos separa siempre.

Piernas,

ojos,

ese es el camino

del universo de tu vientre.

Estos pequeños guerreros

mudos y ciegos

avanzan,

me llevan sigilosamente,

crecen en mis ojos

como gotas

y en mi mente

como pequeñas hormigas,

negros símbolos

me muestran tu cuerpo

una vez más,

siempre,

solo como en un espejo

te imaginan

solamente reflejo

y mis días y tus signos

se desgarran en otoños

tardíos

se deshojan piel

y tu boca me nombra

una y mil veces me nombra

tus labios me muerden,

tu carne, tu esqueleto,

tu tristeza me rodea,

me inquietas

y yo te respiro

y digo y maldigo

te tacho o te borro

me quito los lentes

y ya no eres.