Gerardo Barbera

TAL VEZ

 

 

Oración  sin lágrimas,

mi Hija en esa cama infernal,

sin esperanzas,

sin deseos,

con esa mirada perdida.

Yo pedí con toda mi alma

ocupar el espacio

la soledad,

desesperanza,

del silencio oscuro,

de ese deseo de morir.

 

 

Dios en su infinita bondad

escuchó mi plegaria.

Mi esposa,

mi Hija,

mi Hijo…,

están lejos,

como el sol

y sus sueños

son mi alegría.

 

Tal vez, mis manos

se esfumen en la arena,

sin que mis ojos

se iluminen.

Tal vez, llegue la noche

y sueñe con ellos.

 

 

“No hay Visas”

¡Dios!

Estoy cansado,

quiero dormir,

solo,

con mis recuerdos.

Casi sesenta años,

Ellos creen que iré

pronto…,

y todo será como antes,

y seremos felices

otra vez…,

tendremos un jardín…,

inmenso…,

para cuando vengan

los nietos…,

como antes,

en la Casa Grande.