DEMÓDOCO

HAN INCINERADO SU CASA NATAL, «IMBÉCILES»

Por Alberto JIMÉNEZ URE 

 

No recuerdo, «imbéciles»,

Dónde nací ni sé si todavía existe

La casa de The Creole Petroleum Company

En la cual mi amada madre pagó nodriza

Amamantadora tras persistir en el error

De mantenerme vivo y creciese peligroso. 

 

Ninguna madre sospecha si será gentil o sátrapa

La hija/varón que pare en un mundo en el cual

El deicidio forma  parte de nuestros malos hábitos.

 

No recuerdo, «imbéciles»,

[que] yo haya sido «alevoso»

O «premeditase» gobernar

Para que ustedes rindiesen culto

A mi nada providencial personalidad.

 

«Imbéciles»: a nadie debería importarle

El lugar de nuestro nacimiento sino

Nuestras buenas o malas acciones

Durante el curso de esto que pareciera existir.

 

Mediante la Propaganda Oficialista Proselitista,

Muchos supieron dónde había nacido un rufián

Ya afortunadamente muerto pero que todavía

Es mostrado vivo por una Casta de Necrófilos

Para beneplácito de todos los que serán «imbéciles»

Hasta el último día de sus vidas en este infierno

Llamado República Bolivariana de Venezuela.  

 

Un día fuimos grata y debidamente informados

Que ya no quedan en pie sus estatuas ni la casa

Donde una dama como mi madre, de buena fe,

Lo había parido sin sospechar [que] sería truhan. 

 

Su final se ha consumado, «imbéciles»:

Nuestro territorio no continuará santuario

Para toda clase de escorias a él semejantes.