Jesus Alejandro Reina

Esperando la muerte

Esperando la muerte reposo las tardes,
ayer dejaba los ratos más felices
sobre los trazos burdos de gotas de lluvia,
que se escurren sobre mí como el frío,
y así dejar mi legado al destino.

Tal vez la salude
o haga honores tras el paso de su carruaje de sombras y calcio.
Tal vez la muerte sea los retazos de la perfección,
y la vida,
solo migajas de estrellas sobre clavos de cruz.

Apostillé mis penas sobre rocas del infierno,
deje firmado a sangre mis glorias,
colgué el descanso sobre papel,
admiré la creación en la piel de un ángel.
utilizo el pasado como olvido,
el horror como futuro,
y maravillas ​llevo para el viaje.

mis ojos llaman a la puerta del cielo
y hoy,
ellos también me dejarán
¿ quién lo diría?
He luchado contra el coloso del tiempo...
Naufragado en los muros más insanos de la filosofía,
y conseguí algo más parecido a la derrota...
Lo llame guerra.

En verdad, en verdad les digo,
que la vida me abandona con cada suspiro.
Esperando la muerte estoy,
rogando entre los días,
tras cada noche,
después de cada blues por las tardes.
Y descubrí lo más parecido a verdad...
Lo llame paz.

Sentado sobre las colinas del tiempo,
del coloso tiempo.
Espero la muerte
bajo los naranjos del cielo,
Espero la muerte...
Y al final, la muerte se ve retrasada.
En batallas o en esquinas oscuras,
mientras yo sigo aquí,
por efecto de las horas y el embriago
que causa la tinta al dejarla correr
por el lado incorrecto de sol,
por los rincones más inhóspitos de la luna,
que por siglos ha sido la guarida de los suicidios más sinceros.

Espero sentado la muerte
o ella me espera a mí.
Y en el trance de la sabiduría conseguí luz...
La llamé vida