César Pérez

Un punto con lápiz

Quiero escribir un poema mudo,

(y me tiembla el corazón

como niño mojado)

Un poema que ruede de mi lápiz a tu alma,

brizna de mi, de lo que queda de mi.

Que esquive la alcantarilla y dé contigo,

a la vuelta de la esquina y de la tarde.

Que los niños le crean ratón

y sus piedras le rompan la metáfora.

Que se bañe en el río

y lo conozcas limpio.

Que te llegue moreno por el sol y las lágrimas.

Mas tierno que tus ojos cerrados,

mas dulce que tus ojos lluviosos.

Lento como la desesperación.

Suave como tu lengua.

Sin sombra,

porque esto podría significar ocaso

y este debe dar mas luz

que mi madre cuando mis seis hermanos.

Delgado,

que te lo pueda mandar por la línea telefónica.

Aguja estéril con que bordes el invierno.

Quiero escribir un poema puro,

libre de la manzana y del beso de Judas.

Amoroso,

como mis genes incubados en tu arca.

Un poema que no sacrifique una palabra.

Que lleve trozos de hambre,

restos de un barco hundido en medio de la melancolía,

pero que nada pida.

Que te mezcle mis besos

en tu pasta dental y en tu bilet.

Que se asfixie al rozar tu llanto.

Que sea capaz de amputarle siete vidas

al imposible

(a ese gato ciego y flaco que se metió en casa

el día que dejaste abierta la puerta de mi anoxia)

Que se muera

a la hora de su intento,

cuando la punta de mi lápiz

toque esta hoja en blanco.