karekarenina

Otoño II

Ya soy vieja. Mírame,
me he doblado como aquel sauce y ahora sólo contemplo el río.
Mírame irme con las aves que reparten mi cansada voz
entre sus plumas de cerumen y canas.
Quizás yo sea la rama que raspa en tu ventana;
quizás esté tratando de acariciar tu pelo, como antes.
Pero mis manos han sido tomadas por las termitas,
y diez filas de hormigas me cercenan mis pechos y piernas,
y un búho taciturno le da cuerda a mi hastío.
Ya soy vieja, pero si me miras
sabré que di frutos.