Filipochka

Ese inocente cielo sin experiencias

Cada vez que intento echar a andar mis piernas y mis pasos

tu recuerdo se ha pegado como una barra dentro de un engrane

sin permitirle andar.

 

Como extraño esos días en los que podías enseñarme

y yo aprender, esos días cuando no nos conocíamos

y era válido y estaba permitido equivocarse y tener errores.

 

Cuando parecíamos morir por un poco más del uno por el otro,

cuando éramos como niños y nos merecíamos ese inocente cielo sin experiencias.

 

Maldita e infame mascara que este raro ritual nos hizo ponernos.

Tu no sonríes más, no vuelves y yo miento noche y día,

aparentando ser feliz, de ti me queda un gesto postizo,

que me dejo el destino que me privo de derecho de replica

y con un dolor en el corazón que no sé cómo arrancármelo