marialauzm

Para noches de sosiego

En mi estado de paz recuerdo caprichosamente tu olor,

tus suaves caricias que encendían la mecha de mi corazón,

tus labios de miel y frutas con los que se deleitaban mis papilas gustativas

y la voz que en sueños escuchaba y de día obedecía.

Te recuerdo en cada palpitar,

en cada gota de lluvia,

en cada fría noche,

recuerdo tu calor, el calor de tu aliento

y de tus brazos que me rodeaban con certeza y con esmero,

porque sí, teníamos la certeza y la verdad de que ahí estábamos,

uno para el otro para toda la eternidad,

estábamos, estamos y estaremos, porque no concluye hasta que yo haya muerto

o hasta que tú encuentres la manera de escaparte de este ensueño,

para noches de sosiego, recuerdo con tranquilidad tu cuello que huele a cielo

mientras mi cama extraña y anhela que tu cuerpo y el mío compartan y ensucien nuevamente sus sábanas.

Al otro extremo de este estado, de este país o de este mundo, dónde quiera que estés, te sueño, te imagino y te pienso.