Leandro Rodríguez Linárez

Intitulado CCCLXXVIII

Anoche hablé de ti,

No hubo palabras ¡Sin cárceles!

Tampoco hubo personas,

Pero hablé de ti incansablemente.

Mientras hablaba de ti todo se acercaba,

Hasta la luna agrietó mi ventana,

Las abreviaciones y resúmenes fingían dormir.

Descubrí oídos insospechados,

Que las piedras y maderas saben reír y llorar,

Los aplausos de plásticos,

Dialogué con metales,

Oí los cautelosos pasos de las estatuas cercanas,

La ovación de pie del silencio,

Vi las enormes orejas de la soledad,

Y ¡quién iba a pensarlo!

Las sombras y las luces se quedan quietas cuando les hablas.

Anoche hablé de ti…

 

LRL

17-5-2017