ErC

Envidio a un hombre.

Un hombre duerme a tu lado en las noches,
pero él no comprende la grandeza de eso,
no sabe lo que es tener a la Diosa de la belleza
a un costado de él entre sus sabanas,
no intenta llenar tu cuerpo de besos,
ni siquiera da las buenas noches
con palabras divinas.

Es prohibido besar tus labios magnánimos,
peligrosa es mi mirada que desnuda tu alma,
me excita el tan solo pensar en probar tu piel,
muero lentamente en el sueño del sexo,
inquebrantables mis deseos de tomar tu mano,
se saborear el sabor de tu sublime cuerpo.

El recorrido que él tiene a tu lado es sagrado,
lo mío tal vez fue efímero pero en su momento
será perpetuo en la mirada tuya que roba mi alma.

Estoy en la vera del suicidio contemplando tu vida,
la envidia corroe mi juventud sacrílega,
cuelgan mis anhelos en las ansias de besar tu alma,
se desangra mi conocimiento al pensar en tus días,
estoy muriendo antes de este suicidio
al no ser parte de tus sentimientos.

Casualidad es la última de mis esperanzas
para ser parte del destino en tu mirada,
ser un solo cuerpo en este mundo loco
de sonrisas falsas y humanos vacios.   

Envidio a aquel hombre que probo tu alma,
lo admiro por conquistar tu mirada.