ashleydelen

Brizna

Y es que como duele a veces el pasado.

Y más si la puerta aún está abierta y sopla la brisa.

Despeina los cabellos y confunde.

Anestesia los pies y paraliza.

Como duele el pasado cuando es dulce,

cuando aún queda un leve olor en el aire a gloria.

Cuando se ríe, cuando es feliz.

Y está lleno de noches estrelladas sobre el verde pasto,

y de tímidas flores.

De flamantes promesas, de inocencia rota.

Como duele mirar la puerta con ansiedad pero no poder cerrarla.

Una hendija siempre estará abierta,

y será suficiente para hacernos recordar.

Y si cerramos los ojos y prestamos atención,

aún la brizna nos despeina, y aún podemos sentir los recuerdos.

Queman, arden, torturan.

La felicidad pasada siempre tortura cuando ya no está.

Aprieta fuerte.

Gloriosos y amargos recuerdos, que me hablan de lo que ya no es.

De lo que nunca será otra vez.

De ti.