JAVIER SOLIS

TRISTE MELODÍA

Una noche oscura y vacía

Cuando todo era barro y lluvia

Caminando con el alma bravía

Escuché una hermosa melodía.

 

En la banca de un parque sin nombre

Escuché  extasiado la misma bella melodía

Brotaba de alguna ventana que la oscuridad escondía

Era tan bella que mi alma se derretía

 

Curioso y absorto con el corazón alborotado

Busqué desesperado de dónde procedía

Una ventana de ojival forma se abría

Dejando escapar las notas que a mi alma encandilaba

 

Intrigado y embelesado quise saber

Quien ése violín con tanta pasión tocaba

Mi corazón quedó paralizado, mi boca enmudecida

Era un ángel que tenía forma de  mujer.

 

Desde entonces cada noche con el pecho anhelante

Y el alma aterida, de ése banco del parque me adueñé

¡Cómo disfrutaba de sus notas!

Y como adoraba a ése ángel que mi vida encantaba

 

En la orfandad de la oscuridad

Por saber el nombre de ése ángel moría

 Hasta que una noche ya vencida

Su madre le dijo “duerme ya Sofía”

 

Desde entonces la idolatré

Poemas escribí y su melodía me hizo vivir

Las sublimes canciones de amor

Que el maravilloso violín derramaba

 

Una noche tenebrosa y macabra

El silencio rechinaba en mis oídos

Por la ojival ventana alcancé a ver un blanco ataúd

Y supe que ya no habría violín ni melodía.

 

Desde entonces me veo en él banco

De ése  parque sin nombre

Que como mendigo sin nombre

Llora evocando el ataúd blanco.

 

Sírvame un trago amigo cantinero

Que sea rápido y completo

Debo ir al parque sin nombre

Antes que alguien invada mi banco.

Lima 16 / 05 /17