Texi

Mi primer amor desde mi teatro...

Casi todos hemos tenido de niños un primer amor  que por su inocencia, recordamos con especial ternura.

El mío fue aquí en  Euskadi, pero no tenía label, se llamaba Antonio y era hijo de andaluces. Antonio no tenía acento andaluz había nacido aquí en el norte, pero tenía el chaval unos ojos marrones negros, enormes. Su padre trabajaba en altos hornos y el pobre  murió joven. Ya os  podéis imaginar en qué condiciones, se trabajaba entonces.

Las empresas  ahora quieren volver atrás, con la seguridad social patrocinando  a las mutuas, eso sí con el dinero de los trabajadores. Perdonar creo que el cuento no iba por ahí… (Es que no tengo Label y  soy casi vieja…)

Por donde  iba… -¡a síí ¡  que tenía Antonio unos ojos preciosos ¡vamos que me  gustaba! A el mis trenzas tampoco le eran indiferentes y aprovechaba cualquier excusa para tirarme de ellas.

Un dia poco después de morirse el padre, me dijo que tenía algo muy  importante que decirme y que después de cenar me esperaba, en el banco de detrás de la fuente. Cuando baje allí  estaba solo y esperándome, me acerque y antes de que me diera tiempo a nada, me sorprendió estampandome un beso en plena boca, me quede de piedra, cuando reaccione había desaparecido.

Al dia siguiente me entere que Antonio y su familia se volvían para Andalucía a vivir con los abuelos. La muerte del padre  había acabado, con el sueño de la tierra prometida y con nuestro idilio.