César Pérez

FIN DEL CUENTO

El

la dibujaba con palabras,

la poseía con Poesía,

El

jugaba a ser poeta.

Ella

jugaba a ser insensible.

Murieron.

Ella

reencarnó en una paloma,

siempre tuvo cielo y alas.

El

reencarnó en una piedra,

siempre tuvo soledad y polvo.

Ella

volvió a morir,

ahora a pedradas.

El

fue tallado por manos artistas.

Se exhibe en un museo.