Nicolas Ferreira Lamaita

EL BASTÓN BLANCO Y EL BASTÓN VERDE

EL BASTÓN BLANCO Y EL BASTÓN VERDE.

 

Llegue lentamente junto al transito infernal de la Avenida.
Los automóviles, cual supersónicos Jets,

carreteaban veloces en el intento de tomar la suficiente velocidad
de despegue y así poder alzar su vuelo.

 

Un no vidente intentaba cruzar a la otra acera,
ante la pasiva indiferencia de otros paseantes,
me acerque preguntando:

 -Puedo ayudarlo Señor.
_ Como no, Muchas Gracias.

 

Al tomarlo del brazo soltó mi mano y se apoyo en mi.
El su bastón blanco, yo el mio, verde,

de quien es disminuido en su visión, arqueado,

de no se ni cual ni tal madera.

 

Como dos intrépidos Zamurays, blandiendo sus espadas
y el poder impulsor de naves al espacio, nos lanzamos ha cruzar.

Titubeantes, inseguros tal vez, cual frágiles figuras
como en punta de pies, ensayamos sin saber, un baile clásico.

Y al influjo inconsciente, fatal de las rutinas
de muertas esperanzas y mentiras,
zigzagueando, titubeando los dos,
cruzamos sin prudencia ni temores,
peligrosos campos, sembrados de trampas y de minas.

 

Al alcanzar la acera tan ansiada
me agradeció el no vidente en su elegancia.
-De ninguna manera Señor, dije al instante,
quien debe agradecer soy yo, ¡por su confianza!!.

 

Volví a sentir otra vez que era un ser humano,
apenas soñador nomas de un solo día,
aprendí que cosa es la razón,
sin que importaran los triunfos o fracasos.

 

Puse color a la opaca indiferencia,
al ser de un no vidente, ¡yo, casi ciego!!
ser guía de sus pasos.

 

Nicolas Ferreira Lamaita.

 

Dedicado a mi Hijo Juan .
y a mi amigo Peter John Charles.